El tiempo no es dinero. El dicho universal de “el tiempo es dinero” se hizo famoso por Benjamín Franklin cuando comparo minutos y horas con chelines y libras.
Creo que el viejo Ben lo entendió todo mal, el tiempo no es dinero. Sí, el tiempo y el dinero tienen algunas similitudes: ambos son valiosos, importantes, limitados y una fuente de grandes deleites, así como de grandes penas.Estoy convencido de que tendrás una vida más feliz si entiendes que el tiempo no es dinero. Permíteme elaborar al compartir tres diferencias críticas:
El dinero es medible. Puedo abrir mi cartera y saber exactamente cuántos dólares o pesos tengo; puedo conectarme al internet y consular el saldo en mi cuenta de inversión o de ahorro, el punto es que siempre puedo averiguar exactamente cuánto dinero tengo.
Sin embargo, el tiempo no es dinero porque el tiempo no se puede medir de la misma manera; sí, puedes medir horas y minutos, pero no puedes medir la vida. Investigue un poco y, en promedio, hoy en día podemos vivir hasta 84 años, pero nadie puede asegurarnos que nos queda X cantidad de años. Además, no ayuda saber que mientras lees esto, hay gente de todas edades muriendo en el mundo. Niños en África mueren de hambre, guerras alrededor del mundo matan gente joven y perdemos ancianos enfermos todos los días, todo mientras gente de todas las edades muere en accidentes.
Imagine que el banco nos dice “tenemos su dinero aquí, no podemos decirle cuanto es, pero lo tenemos aquí”, eso sería inaceptable. Con el tiempo, sin embargo, debemos aceptar cuando la vida nos dice “tengo tus días restantes aquí, no puedo decirte cuantos te quedan, pero aquí los tengo.”
El dinero es transferible. Puedo darte estos $100, “por favor úsalos, sé que tu situación está difícil estos días, solo devuélvemelos el próximo mes, sin interés, no hay problema”.
El tiempo, a diferencia del dinero, no es transferible. No te puedo decir “Oye, sé que tienes un día bastante fácil y la verdad es que yo tengo un día muy ocupado, no hay absolutamente ninguna manera de que pueda hacer todo lo que tengo que hacer hoy, ¿podrías prestarme una hora que te sobre? Tengo un domingo libre, te la podría regresar la siguiente semana.” Imposible.
El dinero es acumulable. Puedo decidir no gastar hoy porque no hay necesidad, además tengo planeadas unas vacaciones familiares este verano y voy a necesitar esos recursos. Puedo guardarlos para después.
Sin embargo, el tiempo no es dinero; no puedo ir al banco de tiempo y decirles “¿podrían guardarme estas dos horas por favor? No las necesito hoy y no quiero perderlas frente a la televisión. Voy a volar a una junta de negocios el próximo jueves y tengo que regresar a tiempo para mi clase a las 6 de la noche en Houston. Se que no me van a alcanzar las horas, ¿podría mantenerlas en mi cuenta hasta entonces?”
Estoy seguro de que podrías tener una vida más gratificante si comprendieras que el tiempo no es dinero.
Para hacer que sea más fácil recordar esta información crucial, estoy inventando un nuevo despertador que te saludara todas las mañanas con: ¡Buenos días! Hemos depositado un nuevo día en su cuanta, tiene un saldo de 16 horas; no son transferibles, no son acumulables y todas caducan hoy, así que utilícelas sabiamente. Un depósito de otro día está programado para mañana pero aún no está confirmado, este podría ser su ultimo depósito.”
Cuando a las personas se les diagnostica con una enfermedad terminal, sienten una urgencia repentina porque a veces se les dice cuanto tiempo les queda: “tienes 5 meses”. El resto de nosotros somos inmortales, tenemos todo el tiempo del mundo, lo haremos más tarde.
“El tiempo es dinero” nos da un sentido de valor, “el tiempo no es dinero” nos da una sensación de urgencia.
No espere hasta después para decir “lo siento”, para decir “te extraño”, para decir “¿cómo te puedo ayudar?”, decir “gracias, esto significa mucho para mí.”
No solo tendrás una vida mas gratificante, sino que también vencerás al tiempo porque permanecerás siempre en los recuerdos que aquellos a los que afectaste con tu amor y compasión.
El tiempo no es dinero, úsalo sabiamente.